jueves, 5 de febrero de 2015

Distintas perspectivas

Este post está escrito con la intención de comentar y reflexionar sobre el artículo que publicó El País de Francesc de Carreras: "Tres problemas de la Universidad".

Para comenzar quiero re-conectar con algo que comenzamos a hacer en una de las sesiones pasadas, a raíz del vídeo que vimos en clase de Psicología de la Educación: "the first 20 hours", y es lo de pensar ¿qué sentido tiene una clase? Pues bien, no pienso contestar a esa pregunta por el momento, simplemente quería dejarla en el aire para que esté presente.

Leímos una parte del artículo que he mencionado antes, y después de eso estuvimos reflexionando sobre los puntos que considerábamos que eran claves. A raíz de eso, surgió este esquema:



Esta imagen representa lo que está escrito en el texto, que es el primero de los tres problemas que tiene la Universidad para Francesc de Carreras.

Al leer el artículo, por lo menos esa primera parte, podemos intuir cómo entiende él la educación. Porque nos está explicando un problema que él ha encontrado y su forma de entenderlo. Además podemos ver la razón por la que considera que hay un problema y no simplemente cuál es el problema. Por lo tanto, Francesc de Carreras, identifica un problema, lo cataloga y después lo expone, podemos considerar que "echando balones fuera" porque lo primero que hace es decir que dicho problema es externo a la Universidad.

Leyendo el artículo, reflexionando acerca de ello, haciendo conexiones con nuestra propia experiencia, etc.; hemos llegado a la conclusión de que el sentido que él le puede dar a las clases es semejante a como entienden la educación en Japón. Nos ha sido posible realizar esta conexión gracias a unos vídeos que hemos visto en la clase de Sociología de la Educación. En base a los problemas que destaca, etc.; podemos decir que él entiende que el sentido de una clase es conocer de primera mano lo que dice un experto (que en este caso es el docente), él pretende que los alumnos tomen apuntes, que memoricen, que aprueben el examen y no estén haciendo trabajos que lo sustituyan o que "le quiten valor", etc. Es decir, da una imagen de escuela tradicional, en la que las clases son autoritarias y todo depende de la memoria y no tanto de la práctica ni de la participación. En este sentido, yo me atrevo a decir, que quizás el problema no sea tanto de todas las personas ajenas a él sino de él, que no está siendo capaz de ver que la sociedad cambia y avanza y los métodos y las necesidades no son las mismas. Pero supongo que a veces es más fácil encontrar el problema en los demás antes que analizarnos a nosotros mismos.

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